lunes, 10 de marzo de 2014

En defensa de Venezuela. Nuestro apoyo al gobierno y al pueblo venezolano

Indignados por la agresión que sufre el pueblo venezolano por parte de grupos violentos de ultraderecha que intentan romper el orden constitucional,

Manifestamos: 

Nuestro apoyo al derecho que tiene el pueblo venezolano a tomar decisiones sobre su futuro en el marco de su constitución y los mecanismos legales vigentes.

Nuestro repudio a versiones tendenciosas sobre lo que está ocurriendo en Venezuela que reproducen cadenas mediáticas monopólicas vinculadas a grandes grupos económicos.

Nuestro repudio a declaraciones e injerencias de funcionarios del gobierno de Estados Unidos y de Panamá.

Nuestro apoyo a la convocatoria a la paz y el diálogo realizada por el presidente legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro a la que han adherido representantes de distintos sectores de la sociedad, incluidos dirigentes de la oposición.

Nuestra solidaridad  con los familiares de las víctimas de la violencia a quien acompañamos en su dolor y sus reclamos de justicia y castigo a los culpables.

Nuestro reconocimiento al gobierno de Venezuela por logros reconocidos por las Naciones Unidas como el de ser el país menos desigual del continente (Indice Guini), territorio libre de analfabetismo y ser el segundo país en el continente y el quinto en el mundo por su porcentaje de matricula universitaria.

Nuestro reconocimiento al derecho que tiene el pueblo de Venezuela de realizar sus propio proyecto de país a partir de premisas contenidas en el Programa de la Patria, como la construcción del socialismo, recuperar las banderas independentistas de los libertadores, convertirse en una potencia económica, cultural y  ejemplo de equidad social, abogar por un mundo multipolar y en paz y por la defensa del planeta y la conservación de la especie humana.

Nuestro reconocimiento del derecho indiscutible que tiene el pueblo y el gobierno venezolano de continuar con su experimento político y social, que sin duda abrirá nuevos debates en una humanidad amenazada por el hambre, las guerras y las catástrofes climáticas.


Dirección para adhesiones:



sábado, 8 de marzo de 2014

Acto de denuncia contra la exclusión de enfermos por los recortes de Rajoy en sanidad

Soy Mario Cortés, compañero vuestro de PLATAFORMA CIUDADANA YA.
Soy un enfermo de hepatitis C, genotipo 4 desde hace 18 años. En 2007 estuve un año con Interferon y Ribabirina, pero no me curó. Ahora ha salido una nueva medicación, SOVALDI, que si cura mi enfermedad, pero me lo niegan porque es muy caro. Me dice mi doctora que no hay dinero. Literalmente.
Pertenezco a una asociación, LA RED SOLIDARIA ANTIRREPRESIVA. Hemos organizado una concentración para el próximo martes 18 de marzo, en la puerta del sol. Para denunciar mi caso ante la Consejería de sanidad madrileña.

También vamos a denunciar el caso de una niña, con una enfermedad rara que le han suprimido una medicación que le iba muy bien por otra genérica, que ha empeorado su situación clínica de tal manera que necesita oxígeno casi las 24 horas del día.

Tenemos también otra chica con cáncer que esta en paro y no tiene cobertura de la seguridad social, la obligan a pagarse ella el tratamiento contra el cáncer, y no dispone de dinero.

El motivo de este mensaje es solicitar vuestro apoyo para el acto, e invitaros a participar en la rueda de prensa que daremos. También que colaboréis con nosotros si conocéis casos similares de enfermos desprotegidos, para unirlos a la denuncia conjunta que haremos en la Consejería de sanidad madrileña.

He pedido permiso a delegación de gobierno para: CONCENTRACION EL MARTES 18 DE MARZO A LAS 11.30 HORAS EN PUERTA DEL SOL Y MANIFESTACIÓN A LAS 12.30 HORAS. HASTA LA CONSEJERÍA DE SANIDAD MADRILEÑA.
Por favor, ruego que colaboren con nosotros en este acto y que cualquier enfermo que se quiera sumar a la denuncia conjunta que vamos a poner que contacte conmigo.
RUEGO RESPUESTA URGENTE A MARIO CORTES:
644395689
Muchas gracias y un cordial abrazo.



8 de Marzo. Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Por el Frente Amplio no excluyente

Desde LA IZQUIERDA luchamos contra todas las discriminaciones y por conseguir la igualdad, de manera especial este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora; y lo hacemos junto a todas aquellas personas, colectivos, movimientos, asambleas y organizaciones que, como nosotros, trabajamos por ese necesario y urgente Frente Amplio no excluyente.

Nuestras razones son las siguientes:

-  La precariedad laboral
-  La brecha salarial entre hombres y mujeres
-  La desigualdad de oportunidades
-  La feminización de la pobreza
-  La sobrecarga e Invisibilidad de los cuidados
-  La ausencia de corresponsabilidad en el trabajo doméstico y de cuidados
-  La violencia machista
-  La cultura patriarcal
-  La  ley del aborto
-  La represión del derecho a la identidad personal
-  La expropiación del cuerpo

En definitiva contra la precariedad, la explotación y la exclusión social. Desde LA IZQUIERDA llamamos a toda la sociedad a la movilización, a seguir defendiendo la igualdad y la justicia social.


jueves, 6 de marzo de 2014

Cuando alguien quiere volar dale el doble de cuerda

Javier Madrazo Lavín | Profesor de Filosofía, Ética y Ciudadanía; parlamentario de Ezker Batua-Berdeak entre 1994 y 2001, y Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco entre 2001 y 2009.
Fuente: http://javiermadrazo.wordpress.com/

Un buen amigo, hablando de las dificultades que surgen en la convivencia en pareja, entre amigos e incluso en el trabajo, siempre hace un mismo comentario, fruto de la observación y la experiencia: “Cuando alguien quiere volar dale el doble de cuerda”. Es, sin duda alguna, una actitud inteligente, que parte de la escucha, la comprensión y el respeto. Vienen a mi memoria estas palabras, cargadas de sabiduría, cuando pienso en la actitud del Gobierno del Estado español y las dos formaciones mayoritarias -PP y PSOE- cada vez que Euskadi y Catalunya reivindican el derecho que les asiste a decidir su futuro.

Todas las personas tenemos sueños y aspiraciones; los pueblos, también. Se podrán compartir o no, se entenderán o no, pero nadie está autorizado para negarlos. Aún recuerdo la impotencia que sentía cuando siendo coordinador general de Izquierda Unida en Euskadi me acusaban, como si fueran delitos y yo un peligroso delincuente, de actuar como un lunático independentista, un soberanista que merecía ser condenado o un nacionalista radical, próximo a la izquierda abertzale, por defender el derecho a decidir. Nunca tuve la oportunidad de explicar el porqué las personas y los pueblos del mismo modo que podemos pensar igualmente podemos decidir.

Quienes niegan este derecho niegan la esencia misma de la democracia, aunque cínicamente apelen a ella para legitimar su intransigencia. Coartar la voluntad de las personas y los pueblos es un gran error. Sólo se logra alejarles aún más, cuando no perderles. Euskadi y Catalunya tienen que ver reconocido su derecho a ser aquello que su ciudadanía desee, pero no únicamente como naciones que lo son, sino también, y sobre todo, como comunidades que se preocupan por el desempleo, los recortes, las privatizaciones, los abusos,…. Cometemos un gran error si creemos que el derecho a decidir se agota en un referéndum para determinar si somos un pueblo independiente o no,…

Afortunadamente, decidir es muchas más,… Y por eso le tienen tanto miedo, y unos y otros, en definitiva los mismos, cierran filas para impedir su ejercicio. Decidir Implica poder decir no a quienes nos imponen la reforma laboral, el copago sanitario, la explotación de la juventud, la marginación de muchas mujeres, el trato a las personas inmigrantes, el olvido de la tercera edad,… Por ello, me inquietan tanto quienes vetan el derecho de Catalunya a decidir su futuro el próximo mes de noviembre como quienes impulsan políticas regresivas siguiendo los dictados del FMI, el Banco Central Europeo o la Comisión Europea. Ni unos ni otros están en esa izquierda que añoro, en la que tanto confío, aunque no siempre sepa estar a la altura que a me gustaría.

sábado, 22 de febrero de 2014

Juntos podemos

Javier Madrazo Lavín | Profesor de Filosofía, Ética y Ciudadanía; parlamentario de Ezker Batua-Berdeak entre 1994 y 2001, y Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco entre 2001 y 2009.
Nunca la izquierda lo ha tenido mejor en la historia reciente de España para sumar fuerzas en su ámbito de influencia y generar ilusión en una ciudadanía indignada ante los abusos de los que está siendo víctima. Las instituciones más representativas del Estado, la monarquía, los partidos políticos, e incluso la justicia, están perdiendo credibilidad, y con ella la legitimidad que se les presupone, como consecuencia de sus propios errores.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha incumplido su programa electoral, el PSOE carece de liderazgo en la izquierda y la Casa Real sabe que sólo la mentira de la infanta Cristina y la sumisión de funcionarios públicos afines pueden salvar a la hija de Juan Carlos I de responder ante un Tribunal, acusada por blanqueo de dinero y delito fiscal, aunque lo cierto es que la ciudadanía ha dictado su propia sentencia y le ha condenado ya por corrupción.
La crisis económica ha coincidido con una crisis de valores y una crisis institucional, que comparten un mismo origen. Hablamos de un modelo de desarrollo neoliberal, en el que los poderes establecidos se alimentan y defienden para perpetuarse y consolidar sus privilegios. El Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea imponen sus reglas, dictan políticas acordes a sus intereses y condicionan, con sus decisiones, la vida de millones de personas, que dejan de ser clase media para sentir la amenaza de la pobreza.
Sin duda alguna, nos encontramos en un buen momento para que la Izquierda, en su sentido más amplio y plural, cobre protagonismo y recupere el espacio perdido. Cada día son más las personas que buscan respuestas a su frustración e impotencia, preocupadas porque saben que los anuncios del Gobierno sobre una pronta salida de la crisis son sólo frases hechas, slogans carentes de verdad, como lo fueron los llamados brotes verdes, que después sólo trajeron más paro, recortes y privaciones.
Habrá quienes en este escenario se inclinen hacia posiciones de extrema derecha y canalicen su malestar contra la inmigración o el sector público, olvidando que los culpables de su situación son la banca, la patronal y el gran capital. Sin embargo, afortunadamente, son más quienes ponen su esperanza en la izquierda. El éxito cosechado por la huelga de limpieza en Madrid, las protestas de Gamonal (Burgos) o la llamada “Marea Blanca” constituye un aliciente para la defensa futura de la movilización social como motor de cambio y transformación.
Toda una lección para la Izquierda en su conjunto, que debe interiorizar el mensaje recibido: juntos llegamos más lejos. La ciudadanía ha hecho bandera del sentido común y el compromiso cívico, logrando, desde la unidad de acción, recuperar políticas de cohesión y justicia, como es la sanidad pública y gratuita, que les estaba siendo arrebatada para favorecer el enriquecimiento de empresas privadas, que quieren hacer negocio de los derechos fundamentales.
Una vez más, la sociedad va muy por delante de la política. Mientras la ciudadanía es consciente del valor de remar en la misma dirección, la izquierda aún camina dividida. Las elecciones europeas podrían marcar un punto de partida, basado en un programa y en una candidatura lo más amplia posible, pero todo indica que no será así. Izquierda Unida acudirá a los comicios en alianza con Iniciativa per Catalunya y Batzarre (Navarra), ERC lo hará previsiblemente en solitario, Bildu concurrirá en compañía de BNG y CUP y Compromís suscribirá coalición con Equo.
Este escenario no invita al optimismo. Las formaciones políticas de izquierda con un mayor nivel de representación juegan sus bazas y hacen sus propios cálculos, olvidando que las personas que confían en ellas reivindican diálogo y acuerdo para que sean más fuertes en las instituciones, en detrimento del bipartidismo (PP/PSOE). Son muchas las voces en la izquierda que recelan de las siglas consolidadas y miran con atención a nuevos movimientos, surgidos desde la indignación, como Podemos, que tiene como referente y promotor a Pablo Iglesias.
Hasta la fecha han logrado reunir más de 89000 firmas de apoyo en muy pocos días , así como están teniendo un gran éxito de asistencia en las múltiples presentaciones del proyecto así como en la constitución de los grupos locales. Defienden con radicalidad un proceso de primarias y de empoderamiento ciudadano, apostando por la conformación un gran Frente de Izquierdas a través de una candidatura única a los comicios europeos, con las diferentes organizaciones de la izquierda transformadora y del ecologismo político .
Se trata de tejer una alternativa real contra los recortes y superar el modelo tradicional de los partidos políticos, que también afecta en su vida interna a las formaciones de izquierda, para poder restablecer la confianza perdida. Escribiendo estas líneas, me vienen a la memoria unas palabras del poeta argentino Juan Gelman, recientemente fallecido. Decían así: “Aunque esté un poquito lastimada, mantengo mi esperanza en la izquierda”.

martes, 18 de febrero de 2014

Manifestación del 8 de Marzo del día internacional de la mujer

Porque el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, su sexualidad y su maternidad no lo controla ningún estado, ningún gobierno, ninguna iglesia.

La reforma de la ley del aborto de Gallardón es un atentado contra las mujeres y nuestros derechos, por ello, el 8 de marzo tomaremos las calles de Madrid y del resto del estado para plantarles cara y reivindicar un aborto libre y gratuito.

En nuestro úteros no se legisla.
Nuestro cuerpos no se maltratan.
Nuestros derechos no se recortan.


miércoles, 12 de febrero de 2014

"Somos un pueblo que sufre, pero que está en pié"


Dos escritores, un vasco y un tuareg, hablan de una realidad oculta en el norte de Mali
“SOMOS UN PUEBLO QUE SUFRE, PERO QUE ESTÁ DE PIÉ”
Julio Flor / Santurtzi
Los escritores Carlos Ortiz de Zarate y Moussa Ag Assarid juntaron su quehacer literario el pasado viernes en Santurtzi para hablar de una realidad silenciada, la que palpita en la parte septentrional de Malí, conocida como el Azawad, donde diferentes pueblos, entre ellos el tuareg, reivindican la independencia respecto al Estado fallido de Malí.
“El norte de Mali es tan grande como Francia. Allí convivimos cuatro etnias, entre ellas los tuareg, que hemos convivido sin problemas. No hay industrias, ni carreteras, ni dispensarios... Vivimos con la naturaleza que nos da lo indispensable. Cada día pasamos de 60 grados, incluso 70, de temperatura, a los cero grados del anochecer. Y tenemos que buscar el agua a 100 metros bajo tierra. Hemos sufrido tremendas sequías, la última en 2010… Pero lo peor de todo es la guerra a la que nos condena la opresión del Estado de Malí”
Fueron las palabras tranquilas del tuareg Moussa Ag Assarid, uno de los pocos universitarios que desde el desierto del Sahara viajaron a Francia para estudiar en sus universidades y publicar diversos libros, uno de ellos “En el desierto no hay atascos” ha conseguido vender más de 70.000 ejemplares. “Mali quiere confrontar a los sedentarios contra los nómadas, cuando ya hemos demostrado que sabemos convivir”.
Moussa explicó que el gobierno títere de Mali (que se lleva una parte importante de los negocios que Francia dirige en las ricas tierras de Malí) ha enviado terroristas a la zona del Azawad, lo que le ha servido a Francia como pretexto para intervenir militarmente en la zona, ante el silencio de Europa. “Nadie tiene que venir a solucionar nuestros problemas. Esos problemas los debemos resolver nosotros. Con sus políticas neocoloniales, el Azawad es un hoy un pueblo que se ahoga. Tiendo la mano hacia los pueblos. No hacia los Estados. Pido la solidaridad del pueblo vasco”.
El escritor Ortiz de Zarate (Santurtzi, 1944) confirmó que “Mali es un estado fantoche y títere de más altos intereses”. “La intervención militar en el norte de Mali (2013) puso fin a graves conflictos, pero también al sueño de ciudadanas y ciudadanos que han sabido organizar sus territorios desde la Antigüedad, habiendo creado poderosos imperios. Ellos no han cesado de argumentar en el desierto sus propuestas desde que los descolonizadores franceses los incluyeron en un Estado que no comparte sus preocupaciones, intereses o proyectos”
En la novela de Ortiz de Zarate “El principado de la Fortuna” se presenta la perspectiva de la última insurrección tuareg, que se produjo en la privamera de 2012. Su libro recoge los acontecimientos, con hechos y personajes reales, hasta el otoño, en que se zanja, en falso, el conflicto con la intervención militar promovida por el presidente Hollande. Sus dos personajes principales (inventados), Yves de la Hay y Ahmed Lakkhoua, presentan las perspectivas de la última insurrección tuareg. Yves de la Hay es un alto funcionario del Quai d'Orsay, especializado en la región del Sahara. Ahmed Lakkhoua es un tuareg, potente empresario cuyo negocio proviene del tráfico de objetos de lujo, incluidos seres humanos que circulan por el Sahara e interlocutor y agente de Francia en la región
La novela “El principado de la Fortuna”, del que fuera profesor en Santurtzi, Carlos Ortiz de Zarate, muestra el abandono de las poblaciones trashumantes del Sahara, víctimas del tránsito mortífero de drogas, armas, rehenes y extremismos de los que, a lo largo de la historia, han huido los antepasados de los Lakkhoua, desde la invasión de los almorávides al imperio de Ghana.
Ambos escritores son una ventana abierta a la información, al encuentro de las culturas. La luz de los textos de Ortiz de Zarate y Ag Assarid llegan a las librerías para seguir indagando en una realidad que se nos escapa, si bien no está muy lejos de nosotros, y que explica algunas de las incertidumbres del siglo XXI. En su libro “En el desierto no hay atascos”, el escritor tuareg lamenta que “los nómadas nunca hemos conseguido estar incluidos en ninguna disposición administrativa. En Mali nos definimos por nuestra relación con una etnia antes que por un país. Desde que tenía unos trece años me ha tocado amalgamarme en alguna otra cultura sin olvida la mía”.
Moussa deja en el aire, con su libro, una pregunta: “¿Es posible que no haya sufrimiento que no sea fértil?”, con el que expresa su optimismo cara al futuro. Una esperanza que ni oculta ni desconoce el alto coste en sufrimiento humano que aún les espera a los suyos en el desierto del Azawad.