domingo, 13 de octubre de 2013

El modelo de relaciones sociales es el talón de Aquiles de la izquierda

Por Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social

Creo que hay que empezar a entender que la izquierda no es una bandera o unas siglas, ni un discurso encendido, ni el uso de una terminología revolucionaria; la izquierda ha de ser una praxis determinada de relación. De no entenderlo así estaríamos cogiendo el rábano por las hojas.

Marx y Engels tenían esto muy claro. Ellos entendían que nuestro objetivo era cambiar unas relaciones sociales y técnicas de producción. O sea, una determinada forma de relacionarse. Ellos consideraban además al partido no como una organización concreta, sino como la suma de las organizaciones en las que se organizaban las clases populares para su defensa.

Los/as compañeros/as de la Syriza griega tienen esto muy claro, ellos dicen “los de Syriza no necesitamos llevar pancartas a una manifestación, porque la gente cuando va a una manifestación ya sabe donde están los de Syriza” (http://goo.gl/PpxsWR); y lo saben por sus prácticas.

En mis intervenciones públicas suelo exponer que Marx y Engels solían decir de algunos de sus seguidores lo que Heine opinaba de sus imitadores: "Sembré dragones y coseché pulgas".

También es cierto que Carlos Marx había dicho a fines de la década del 70, refiriéndose a los "marxistas" franceses, que "tout ce que je sais, c'est que je ne suis pas marxiste" (lo único que sé es que yo no soy marxista). Lo afirmó Federico Engels el 5 de agosto de 1890 en una carta a Konrad Schmidt.

Marx y Engels estarían hoy igual de molestos con la forma de actuar de las organizaciones que representan a las clases populares, pues sus seguidores de hoy siguen como los de ayer, sin saber diferenciar entre principios y formas. Sin saber que se debe de ser "firmes en los principios y flexibles en las formas". Sin entender que la revisión de la "forma" es necesariamente exigida por el marxismo.

Ahora mismo con qué nos encontramos. Todas las organizaciones que representan a las clases populares tienen un programa político y electoral similar en un 90% o 95%. Esto se evidencia en que siempre suelen estar la totalidad de organizaciones que representan a las clases populares en las mismas movilizaciones, huelgas, concentraciones y manifestaciones, actos de protesta, etc...

O sea, si nos movilizamos por lo mismo y nuestros programas electorales son casi como dos gotas de agua, esto es, prácticamente idénticos; por qué no somos capaces de conformar una única candidatura para presentarnos a los comicios electorales. La respuesta es sencilla y Marx y Engels ya la aportaron en su tiempo, fallamos en los principios, fallamos en la forma de relacionarnos.

Las clases sociales para el marxismo están definidas por las relaciones sociales y técnicas de producción. Entonces, si las organizaciones políticas que representan a las clases populares no son capaces de establecer un modelo de relación diferente entre ellas, cómo van a pretender cambiar un sistema cuya naturaleza, cuya maquinaria y engranajes fundamentales, se sostienen en un determinado modo de relacionarse que no varía en nada al modo al que las organizaciones que representan a las clases populares se dispensan entre ellas. Más bien habría que decir que las actuales organizaciones que representan a las clases populares trabajan para el enemigo, pues no son capaces de dotarse de un modelo de relaciones entre ellas que las lleve a sumar juntas en vez de estar todo el día a la greña.

Como siempre digo estas son mis ideas que dejo a vuestro mejor criterio.

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