miércoles, 4 de diciembre de 2013

Entrevista a Javier Madrazo

Entrevista a Javier Madrazo Lavín, profesor de filosofía, ética y ciudadanía; parlamentario de Ezker Batua-Berdeak entre 1994 y 2001, y Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco entre 2001 y 2009.

¿Cómo analizas la crisis que estamos padeciendo los trabajadores/as de los pueblos de España?

Vivimos inmersos en una triple crisis: económica, democrática y ética.  El poder establecido, en manos de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, es el responsable directo del empobrecimiento de una parte importante de la población,  que ve cómo le están siendo hurtados derechos considerados básicos, entre ellos el empleo, la vivienda y las prestaciones sociales.  Pero, además, estas mismas instancias están detrás de una operación orquestada que tiene como objetivo debilitar la democracia, cuando no condenarla a muerte, para poder imponer libremente sus reglas y actuar con impunidad, incluso contra la voluntad mayoritaria de la ciudadanía.  Las decisiones de calado no se toman en las instituciones sino en despachos opacos,  ocupados por personajes siniestros que sólo sirven a los intereses de las clases dominantes.  Quienes tienen el dinero son, en este momento, los dueños del mundo.  Toda esta situación nos conduce a una crisis de valores, en la que se han perdido principios como la honestidad, la integridad y la solidaridad. Así se explican todos los casos continuados de corrupción y abusos. La sociedad se siente engañada e impotente porque es consciente de que todas estas prácticas son amparadas por el poder establecido, cuando no impulsadas directamente.  

¿Como se refleja esta crisis en Euskadi?

Euskadi no es ajena a la situación general que se vive en el Estado y en Europa. Es cierto que la corrupción no es un fenómeno arraigado porque somos una Comunidad pequeña, en la que hay una mayor conciencia de servicio público, los mecanismos de control son mayores y la ciudadanía está más concienciada. Sin embargo, en lo que respecta a la imposición del modelo de desarrollo económico la situación es idéntica. La reforma laboral, el recorte de prestaciones sociales, la privatización deprestaciones básicas, salud y educación,… golpean en Euskadi con la misma fuerza que en el conjunto del Estado y Europa. En realidad, los Gobiernos hoy, aquí y allí, son meros ejecutores de las directrices impuestas por la troika, que está integrada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.  Ni Merkel tiene capacidad de mando. Se obedecen las órdenes, se premia a quien las cumple y se castiga a quiénes son incapaces de hacer los deberes.  El capitalismo nunca ha sido más cruel, ni ha concentrado más poder en menos manos.  En algún momento, abrirá un poco la mano, pero sólo será para garantizar su propia subsistencia. Vivimos bajo una dictadura financiera,  que debemos combatir si tenemos como meta recuperar los derechos robados y nuestra propia dignidad como seres humanos. Nos quieren atemorizados porque así somos más débiles y menos combativos.

¿Cómo se produce el proceso frentista en  Euskadi?

En Euskadi, durante décadas, el conflicto político, y especialmente la violencia, han centrado el debate en un eje falso: demócratas frente a terroristas o cómplices.   Hoy, en un escenario de cese definitivo de la violencia, se está recuperando, por fin, el discurso derecha frente a izquierda, y éste es un elemento positivo. El PNV busca alianzas con el PSOE, e incluso con el PP, porque las tres formaciones representan un mismo modelo económico y actúan bajo los parámetros de la troika.  Mantienen diferencias sustanciales en el modelo de Estado y en el ámbito de las relaciones Euskadi-Madrid,  pero saben aparcarlas cuando se trata de hacer números y mantenerse fieles a los intereses de la patronal.  La izquierda abertzale ha logrado, en esta nueva etapa, aglutinar a otras voces de la izquierda en Euskadi, lo que le ha permitido, su vez, crecer electoralmente. Sin embargo, aún tiene que continuar trabajando en esta dirección para aglutinar en un proyecto compartido, amplio y plural al mayor número de sensibilidades y evitar tocar techo.  Creo que es bueno que en  la izquierda abertzale convivan culturas políticas diferentes porque también tienen que aprender a debatir, pactar y consensuar, y sobre todo tienen que mantener la apuesta por ser una alternativa real, con discurso económico y social. La disolución de ETA es clave para su futuro inmediato, así como la búsqueda de una solución digna a la situación de presos y refugiados.  

¿En qué situación está el proceso de Paz en Euskadi?

En mi opinión, el cese de la violencia es definitivo y el compromiso de la izquierda abertzale con las vías políticas y democráticas es plenamente sincero y fruto de un proceso de reflexión y evolución que no tiene marcha atrás. Quedan pasos pendientes, que no pueden demorarse sine die, y entre ellos destacan la disolución de ETA, el reconocimiento a las víctimas y la situación de las personas presas y refugiadas. Estamos en el buen camino, aunque es preciso avanzar y debe hacerse buscando el máximo consenso posible. No caben ni las imposiciones, ni los maximalismos.  Las víctimas merecen reconocimiento, justica, verdad y reparación, pero no pueden condicionar el proceso de paz por criterios políticos, que después utilizan personajes como Esperanza Aguirre o Mayor Oreja para legitimar posiciones de extrema derecha. La izquierda abertzale, por su parte, debe asumir un relato compartido de los últimos cuarenta años, asumiendo que nunca ha habido justificación para la violencia. En cualquier caso, soy optimista y veo el futuro de Euskadi, en este ámbito, con esperanza. Habrá quienes discrepen porque se han sentido afectados en primera persona, y puede incluso llegar a ser comprensible, pero como sociedad tenemos derecho a la paz y a la convivencia. Ahora, es mucha más fácil hablar de derecha e izquierda y confrontar proyectos que cuando ETA condicionaba la agenda política.

¿Porque es importante la libertad de Otegi?

Arnaldo Otegui es un preso político y su estancia en prisión no tiene ninguna justificación. Espero que esta situación toque a su fin y puede abandonar la cárcel.  Ha contribuido a hacer posible el escenario actual y es justo reconocerlo.  

¿Porque es necesario potenciar el espacio LA IZQUIERDA?

Potenciar el espacio LA IZQUIERDA es fundamental por muchas razones,  pero me gustaría destacar una: sólo desde la unidad de acción de todas las sensibilidades de izquierda podremos constituir una alternativa real al PP y al PSOE. La izquierda tiene un lastre que debe sacudirse si quiere crecer y contactar con la ciudadanía. Me refiero a su tendencia a la división y a la atomización. Necesitamos recuperar la confianza de la sociedad y  ganar credibilidad, pero sólo será posible si aprendemos previamente a convivir. Y éste es el momento idóneo para ello. No podemos esperar a que el PSOE se lave la cara, una vez más, busque un nuevo candidato, menos quemado, y aspire a ocupar el espacio de la izquierda. Son especialistas en el marketing político, que utilizan para manipular, engañar y mentir. Actúan como la derecha del PP cuando están en el poder, pero cuando son oposición fingen ser la izquierda y aún son muchos los incautos que caen en esta trampa. Yo confío en LA IZQUIERDA. Suma voluntades distintas, es coherente, íntegra y tiene ambición por crecer. Tenemos que hacernos oír, contactar con las personas que tienen un pensamiento crítico y fortalecernos como alternativa. Juega en nuestra contra el boicot de los medios de comunicación,  pero las redes sociales pueden sernos de gran ayuda.

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